A raíz de una conversación con mi colega Wayne Sadin, Chief Information Officer con más de 20 años de experiencia en posiciones ejecutivas, me surgió la premisa de que los científicos de datos del presente muy probablemente serán los Gerentes Generales o CEO del mañana.
Todo comenzó con una pregunta que mi Wayne Sadin me realizó -de hecho fueron 2 preguntas-: i) ¿qué es un científico de datos?; y ii) ¿qué hace un científico de datos? A lo que aporté una sola respuesta para ambas preguntas: un profesional que usando tecnología actual y análisis estadístico avanzado que aplica a cualquier tipo y cantidad de datos es capaz de responder 3 tipos de preguntas relacionadas con la operativa de la actividad o negocio:
- ¿qué ocurrió en el pasado?
- ¿por qué ocurrió?
- ¿qué es lo más probable que ocurra en el futuro?
Estas 3 preguntas deben ser respondidas con datos, no con presunción humana o “sexto sentido”.
Esta es mi versión simplificada de qué es y qué hace un científico de datos. Y tener la habilidad de responder estas preguntas en un entorno muy concreto significa que el científico de datos conoce muy bien el contexto donde se generan los datos y el impacto que el resultado de su análisis tiene en la operación de la actividad donde ejerce su trabajo.
En definitiva, el científico de datos extrae conclusiones -insights en inglés- a partir de los datos, tanto internos como externos a una organización, los contextualiza y resume esas conclusiones de manera ordenada -lo que se conoce como “data storytelling”- para que otros tomen determinadas decisiones, habitualmente -o idealmente- alineadas a una estrategia.
La clave: la toma de decisión
Responder estas preguntas es muy importante, pero más importante aún es tomar decisiones. No muchas personas tienen la habilidad -no capacidad, sino habilidad- de tomar decisiones. Y esto es lo que hacen los ejecutivos, ejecutan acciones tomando decisiones. Estas decisiones en muchos casos se toman por instinto, intuición humana, sexto sentido e incluso hasta se toman decisiones basadas en datos.
Cada vez más, la era de la intuición humana y el ‘olfato para los negocios’ va llegando a su fin y se impone cada vez más la toma de decisiones basadas en datos.
Aquí viene lo importante, datos no solo internos de la propia organización, sino contextualizados con datos externos, tanto de mercado, competencia, comerciales, socio-economicos, demográficos, y otros tantos. Un científico de datos ya hace esto, y será cada vez más crítico en el futuro inmediato.
Tomar decisiones y ejecutarlas con todas sus consecuencias es posiblemente el trabajo más difícil de todos, y hay pocas personas con la habilidad y capacidad de tomar decisiones y asumir las consecuencias por ello, tanto positivas como negativas.
Ideas finales
¿se puede educar a un ejecutivo en el uso de tecnología moderna y análisis de datos a gran escala? Por supuesto que sí, aunque he observado esto en grandes empresas y no suele salir muy bien. Hay demasiadas limitaciones y falta de tiempo que no permiten a un ejecutivo formarse adecuadamente en estas disciplinas técnicas, por lo que la ‘intuición’ suele tener un gran peso a día de hoy.
Por otro lado, no muchos científicos de datos toman decisiones basadas en sus propios análisis, habitualmente son otros quienes lo hacen. No estoy seguro si esta situación merma la habilidad de un científico de datos de tomar decisiones -creo que depende mucho de cada perfil a nivel personal-.
Por tanto, si un científico de datos tiene la habilidad de tomar decisiones, puede ser un magnífico ejecutivo o CEO.